lunes, 12 de julio de 2010

Dr. Juan José Mata Peynado ( 3 )


En la colonia Galeana había un cine al aire libre, el cine “Terrazas Madero”, que funcionaba nada más al oscurecer.

La plaza “Hermenegildo Galeana” muy famosa por sus fiestas, kermeses y sus broncas.
¡Había cada pleito!
Es una de las principales plazas de aquí de Ciudad Madero; también están las plazas Carrillo Puerto, la de la Vicente Guerrero, y la principal, que es donde está la Presidencia Municipal.
Ahí había juegos, atrás de la Presidencia Municipal, juegos para niños.

Yo no me acuerdo, porque estaba muy chico, pero luego supe que aquí llegó a haber un tiempo, cuando la Segunda Guerra Mundial, que a determinada hora andaba un pregonero, ¿será cierto eso?, ¡quien sabe!, pues me contaron que andaba un pregonero con un silbato, para que apagaran todas las luces de los quinqués y de los mechones porque había peligro de que bombardearan la Refinería, de que los alemanes andaban cerca de aquí.

Hubo un cine “Rojo”, donde ahorita está “La Crema”, que después fue “Las Vegas”, enfrente del “Xilitla”.
Ahí fue el cine “Rojo”, todavía hace poco estaba su cúpula, ya la tumbaron.
Yo alcancé a ir a sus funciones.
En el 48 y en el 49.
Luego al lado, estaba un salón de baile, el “Maderos Club” y ahí se hacían las quinceañeras de la época, las fiestas de boda, de las gentes adineradas, de las que no se iban a Tampico.
Después ahí fue Secretaría de Hacienda, en la mera esquina.
Eran las famosas tertulias de los sábados, que empezaban a las cinco de la tarde y terminaban a las once de la noche.
Yo estaba en la secundaria de enfrente, en la 11.
Había un maestro que sacaba una moneda y decía:
Si cae águila, tenemos clase. Si cae sol, ¡nos vamos a la tertulia!
Es una anécdota. La moneda que traía, sus dos lados eran sol.
Porque el siempre quería salirse a las tertulias. Esa moneda traía dos soles.
Era en la escuela Secundaria por Cooperación #11.

Hubo un tiempo, que funcionó una preparatoria, ahí en ese edificio.
La escuela # 11 fue hecha para los trabajadores petroleros que trabajaban en el día, y no habían hecho la secundaria; para que fueran a estudiar en la noche.
De seis de la tarde a diez y media de la noche.
Estaba en el local que es la escuela primaria “Armando Barba”.
La Armando Barba era de los petroleros, era escuela Art. 123.
Esa escuela supuestamente era para puros hijos de petroleros.
Cuando la Armando Barba empezó a funcionar era de un piso, al cabo de dos años se hizo de dos pisos, y hasta en años recientes fue de tres pisos. Digamos que de 20 a 30 años para acá, ya fue de tres pisos.

Había una señora enfrente de la Armando Barba, doña Mica, con un hijo único, medroso, blanco como la nieve que siempre cargaba un morral.
Siempre quisimos saber que traía en el morral, y nunca sabíamos que llevaba.
Se llamaba Lalo, era su hijo único.
Entonces, era un negocito de dulces, de lápices, de cuestiones escolares, ahí enfrente de la Armando Barba, sobre la calle Niños Héroes; El puestecito lo ponía donde está la entrada principal de la escuela.
Ellos desaparecieron sin dejar rastro.
Nunca más supimos de ellos, nunca supimos que se hizo doña Mica.

La secundaria, era supuestamente para los que estaban de aprendices o trabajadores de planta de PEMEX, que laboraban todo el día y en la noche tenían que asistir a la secundaria.

2 comentarios:

  1. Hola Marucha, nunca nadie supo que traía ese chavalote en el morral?, me gustaría saberlo.
    Interesante historía.
    Un abrazo.
    Ambar.

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  2. Hola Marucha, sigo pensando en el chavalote, que cosa traería en morral? me gustaría saberlo.
    Un abrazo.
    Ambar.

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