domingo, 26 de septiembre de 2010

Don Florencio Reyes Torres


DON FLORENCIO REYES TORRES

Yo nací en febrero, el 23 de febrero de 1932.
Mi papá se llamaba Juvencio Reyes Espinoza y era originario de Río Verde. San Luis Potosí, de un lugar que se llamaba y que existe todavía, Mojarras de Abajo.
Por ahí conservo una copia del acta de nacimiento de él.
Mi mamá se llamaba Feliciana Torres Zúñiga, y era de aquí, cuando se llamaba Villa Cecilia, me platicaba que ella nació cuando estaban los cañonazos del ejército huertista contra ¿que sería? ¿Los carrancistas?
Me platicaba la madrastra de ella, porque élla nació en El Árbol, me platicaba de las casitas que había allí, arriba en lo alto.
Ella nació en 1913.
Nació cuando la revuelta, que se le echó encima la gente a Victoriano Huerta.
Ella nació el 20 de octubre de 1913, acababan de matar a Madero.

Mi papá, en aquellos años, antes de ser petrolero, fue campesino.
Cuando mi abuelo se quedó aquí, en Doña Cecilia, que fue cuando Villa perdió la Batalla de Ebano, venía con el ejército de Villa.; cuando perdieron la batalla y mi abuelo y varios más se remontaron a la Sierra, ellos ya no traían caballos y anduvieron huyendo entre la sierra hasta que Villa se fue; replegándose hacia el monte y platicaba mi abuelo que se vinieron varios, que hay los dejaron cerca del Espinazo del Diablo.
Si , eran parte del Ejército de Villa.
Villa y el otro grupo agarró rumbo a Río Verde, atravesaron ahí por Cárdenas, buscando la planicie de San Luis para retirarse a Coahuila o Zacatecas.
Se fue Villa con la mayor parte de la gente que le quedaba.

Entonces, mi abuelo y varios más, se vinieron caminando entre la Sierra, que cerca de la vía del tren, para que no los vieran los federales y sin armas, porque las que traían las tiraban por el camino.
¡No! pos imagínense cómo les iba si los agarraban con armas.
Hasta que llegó aquí, creo que él nunca había venido aquí.
Aquí, ya estaba casada la hermana mayor de ellos y el marido, pues tenía el modo, creo que había sido uno de los administrativos de Alijadores y ya mi abuelo llegó a refugiarse con su hermana, mi tía-abuela.
Entonces ella, pos ya para que se ayudara, le consiguió trabajo con el gringo, el que era dueño del Potrero que estaba aquí abajo.
Platicaba mi abuelo que el potrero empezaba de la calle Guatemala, hasta aquí a la Ocotlán y de la Obregón, de aquí hasta la Morelia.
Porque de la Morelia para acá, ya era El Blanco.



Aquí nacimos abajo, en la calle León y Linares, todavía en ese tiempo era la Colonia Vicente Guerrero, y ahora de la calle León para acá ya es Miguel Hidalgo y aquí donde estamos, ya no es Miguel Hidalgo, es Colonia El Blanco, Sector López Portillo.

(ésta semblanza continuará...)

martes, 21 de septiembre de 2010

Dr. Juan José Mata Peynado (final de su semblanza)


Ahí en la colonia Hipódromo, había una laguna, y pegado a esa laguna había una pista de carreras de caballos; pero la pista más antigua era la de la Laguna del Carpintero.
A la Laguna del Carpintero le descargaban todas las aguas negras, y le decían a esa laguna “Laguna Buenos Aires”.

El señor Crisóstomo Dávila, tenía los establos de aquí sobre la Guatemala, para adentro, lo que ahora es la prolongación de la Vicente Guerrero.
Hay una historia muy interesante de aquí de la colonia Vicente Guerrero; en aquél tiempo, ya ve que aquí había muchos ferrocarrileros, aquí vivía un ferrocarrilero, entonces, él era vigilante en ferrocarriles.
El caminaba por aquí por la calle España, entonces él al llegar a la calle Pachuca, donde está el arroyo, él traía su lámpara sorda y su pistola.
El era muy enamorado, eso cuentan.
Entonces, al pasar por el arroyo, oyó ¡pss! ¡pss!
Y vio a una mujer salir del agua, entonces, el señor vio que era una mujer que traía falda blanca, vestida toda de blanco, nada más que cubierta con un velo.
¡Ay! ¡Hasta me dio escalofrío recordar la leyenda!
El velador apunta con la lámpara y ve que era una mujer, luego le apunta a la cara, y le vio el rostro ¡espantoso!
El señor llegó corriendo a su casa, y le dijo a su mujer lo que le había pasado.
Ella le dio de cenar, y a la semana siguiente, el señor murió.
El vivía por la calle España, ahí derecho, pasando el arroyo, por ahí vivía ese señor.

Les voy a platicar…aquí por la Francia, nosotros vivíamos por la Francia y 18 de marzo, de la Necaxa, una, dos y tres cuadras más adelante.
De la subestación, una cuadra para acá.
Entonces, había un matrimonio para allá tantito, a cuadra y media.
En donde está la Iglesia Mormona, en ese solar vivía el matrimonio.
Ellos sobrevivían pidiendo limosna, se iban a las casas y les daban taquito, o los vecinos les llevaban sus calditos, porque sabían que estaban enfermos.
¡Estaban bien pobres!
El día que murió la señora, la enterraron con la cooperación que se reunió de los vecinos.
Pero muere el señor, y cuando fueron a arreglarlo, vieron que el colchón sobre el que estaba acostado estaba roto por aquí y por allá, y que eran visibles billetes.
Cuentan, que se corrió la voz, y varios vecinos fueron, y mucha gente se quedó con esos billetes, porque ese colchón estaba bien llenito de billetes.
Dicen que esos billetes estaban picados, rotos, roídos por ratones, con tufillo del orín del señor enfermo, pero que en el banco se los hicieron válidos a los vecinos, a pesar de tan viejos que estaban los billetes.
¡Eran tan ricos, y vivían tan pobres!
Que ese matrimonio tenía mucho dinero.
El señor murió antes del 55, él murió en el 54, yo tenía unos once o doce años de edad.
Cuando murió ese matrimonio, después empezaron a aparecer sobrinos.

Aquí en Madero hay muchas narraciones de aparecidos y leyendas.
Mi papá era especialista en eso.
Nos contaba, pero cada cosa, ¡cada cosa!
(la foto es de la plaza principal de Ciudad Madero,Tamaulipas)

martes, 7 de septiembre de 2010

Dr. Juan José Mata Peynado ( Hospitales de Cd. Madero 6 )


Centros hospitalarios:
Pues era el Hospital de PEMEX, no existía el Hospital del Regional, ni las clínicas aledañas, nada más había un servicio de urgencias, adentro donde está actualmente el consultorio de urgencias de Refinería Marina.
No tenía consultorios, entonces era el Hospital de Madero, el Hospital de la Sección #1, o sea el de Petróleos Mexicanos.
El Hospital Regional fue muchos años después.
Ahí era antes, en esos terrenos ¡monte vil! No podía entrar uno ahí.
Inclusive, ahí por donde está el cementerio Las Chacas, para este lado, mucho antes, había tigrillo y mucho venado, mapaches, víboras de cascabel y coralillo.
Era mucho monte, éste era bajo, de tipo arbusto, eran nopaleras, huizaches, también había encinos. Pero la mayoría era de tipo matorral.

Aquí mi familia, llegamos en el 46, porque yo llegué de tres años.
A mi papá le tocó tumbar todo el monte, entre varios compadres y mi papá que eran los primeros pobladores de esta colonia, de la Vicente Guerrero.
Aquí, estos árboles que están en el patio tienen más de 60 años.
De los primero pobladores fueron los Reyes, los papás del “Bocho”, la familia Martínez Méndez, los Mata.
Ahí donde yo vivía, estaban los Mata Juárez, Mata Vargas, Mata Orozco, Mata Peynado y los Arrollo.
Eran de los primeros que llegaron aquí.
Don Zenaido, que tenía su equipo de sonido, ahí al nivel del Km. 7, enfrente, cuando había onomásticos, ponía una bocina en alto.
El Km. 7 era de aquí derecho por la calle España, al topar la vía. Ahí se hacía el Km. 7. Es entre calle Sonora y Avenida Monterrey.
El Km. 6 está a la altura donde se encuentra la estación del ferrocarril.

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